Sinopsis: Los libros son un reflejo retorcido de los autores, como esos espejos de feria que
deforman nuestra imagen. Las historias no salen de ningún otro lado más que de uno
mismo, aunque alguien más nos las haya contado y las creamos ajenas. Las palabras salen
de nosotros como en el cuento de Alcántar, pero al mismo tiempo tienen voluntad propia,
no nos pertenecen. ¿A quién le pertenecen? Al lector, al reflejado. Porque para eso, y
nada más, son los espejos y para eso es la literatura, para vernos.
Lugar: Cafetería
reservaciones: [email protected]